Parque Real
De la arquitectura al verde, un proyecto unitario fruto del genio de Luigi Vanvitelli
Al igual que el Palacio, el Parque Real debe sus orígenes a Luigi Vanvitelli y a su hijo Carlo: fue realizado por deseo del rey Carlos de Borbón y de su jovencísimo sucesor Fernando IV. El proyecto combina modelos renacentistas italianos con soluciones de impronta francesa, introducidas en Versalles por el arquitecto André Le Nôtre. El eje central, constituido por la Vía del Agua, completa el llamado “efecto catalejo” del pórtico del Palacio Real, uniendo idealmente la Reggia con Nápoles mediante lo que hoy es Viale Carlo III. Protagonista absoluta del proyecto de Vanvitelli, el agua llega al Parque gracias a los 38 kilómetros de canalizaciones del Acueducto Carolino. Las 76 hectáreas del Bosque de San Silvestro y las 23 del Jardín Inglés completan un sistema paisajístico articulado y sugestivo.
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El proyecto original de Luigi Vanvitelli
En 1773, a la muerte de Luigi Vanvitelli, solo la parte llana del Parque estaba próxima a su finalización. El complejo fue completado por su hijo Carlo con importantes modificaciones respecto al proyecto original. Las dificultades económicas que caracterizaron las décadas posteriores a la partida del rey Carlos hacia España ralentizaron considerablemente la realización del conjunto y obligaron a Vanvitelli padre e hijo a reducir la ambiciosa propuesta inicial. Según los planos de la Declaración de los diseños —presentados a la familia real en 1756— el Parque Real debía estar animado por diecinueve fuentes, alimentadas por el Acueducto Carolino. En 1753 se delimitó el área y se plantaron los primeros árboles. Partiendo del Palacio Real, según el diseño original, debían disponerse en los lados cortos dos jardines colgantes dedicados a Flora y a Céfiro, con fuentes de forma octogonal en el centro. Hacia el este debía desarrollarse un área de prado con las fuentes de Amor y Psique, o bien de Narciso y Eco. Hacia el oeste, cerca del Bosque Viejo, debía situarse un jardín a la italiana completado por un naranjal. En el centro, el vasto parterre concluido por el “teatro circular” debía albergar la Fuente de los Ríos Reales y otras cuatro fuentes menores, homenaje al poder de la familia real. En la amplia superficie del parterre debían además desarrollarse una serie de motivos decorativos en boj, llamados broderies, ligados a los modelos introducidos en Francia por Antoine-Joseph Dézallier d’Argenville en La théorie et la pratique du jardinage (1709).
La interpretación de Carlo Vanvitelli
A pesar de las modificaciones realizadas, Carlo Vanvitelli supo mantener el espíritu del diseño paterno, condensando en el verde y en el mármol los elementos típicos del jardín barroco: la teatralidad, la ilusión, la maravilla y el encanto de los sentidos. El nuevo proyecto del Parque Real fue presentado al rey Fernando IV el 14 de marzo de 1777. Es a esta época que se debe la concepción de dos puentes, en correspondencia con los barrios de Hércules y Sala. Su construcción permitió a Carlo Vanvitelli respetar la extensión original del Parque sin afectar la viabilidad de la zona. Otras modificaciones tuvieron lugar tras la Ocupación francesa y, en particular, en 1818, cuando se intervino con fuerza en el área del Bosque Viejo.