Palacio Real

45.000
42
m de altura
5
plantas sobre el nivel del suelo
1.400
habitaciones

El rostro del poder borbónico

El sueño del rey Carlos de Borbón se materializó gracias al ingenio de un arquitecto extraordinario: Luigi Vanvitelli. A él confió el rey Carlos la tarea de construir una residencia real que testimoniara en todo el mundo la grandeza y el poder del reino borbónico. La construcción del Palacio Real, iniciada el 20 de enero de 1752, requirió veinte años de trabajo y el esfuerzo de miles de obreros, con un gasto exorbitante que, a comienzos del siglo XIX, ascendía a 4.480.651 ducados. Cuando Luigi Vanvitelli murió, en 1773, el Palacio estaba ya terminado, pero las salas aún estaban vacías y desnudas. La decoración y el mobiliario de los Apartamentos Reales se prolongaron durante toda la primera mitad del siglo XIX, bajo la dirección de Carlo Vanvitelli, hijo de Luigi, y de otros arquitectos que se sucedieron en el gran chantier de la Reggia de Caserta. Las dificultades económicas del Reino después de la partida de Carlos de Borbón hacia España obligaron a los sucesores de Luigi Vanvitelli a reducir el ambicioso proyecto original. A pesar de estas modificaciones, el Palacio Real de Caserta se impuso entre las residencias reales más prestigiosas de Europa, síntesis perfecta de todas las artes: arquitectura, pintura, escultura, artes decorativas e incluso música, con la creación del Teatro de Corte.

Descubre más

La estructura del Palacio

Al proyectar el Palacio Real, Luigi Vanvitelli tuvo que enfrentarse al problema de organizar arquitectónicamente espacios inmensos, sin precedentes en los edificios de la época. Una estructura de 47.000 m² que el arquitecto distribuyó en cinco plantas, mediante una planta rectangular dividida en su interior en cuatro grandes patios.
Vanvitelli diseñó estos espacios teniendo en cuenta las necesidades del rey y de la corte que habrían de vivir en el Palacio. Creó así una estructura compleja, transitable tanto horizontal como verticalmente, gracias a las numerosas escaleras que conectaban el edificio desde los sótanos hasta los desvanes.
El aspecto racional y uniforme de la fachada exterior aumentaba el asombro de los visitantes que, una vez traspasado el umbral, se encontraban en medio de perspectivas y formas arquitectónicas imprevisibles.

close
close
open

El proyecto original

Los soberanos Carlos de Borbón y María Amalia intervinieron personalmente en modificar el primer proyecto del Palacio Real presentado por Luigi Vanvitelli.
Las modificaciones más importantes afectaban a la fachada: el arquitecto había imaginado añadir una cúpula central, de inspiración religiosa, y torres angulares que evocaban los palacios-fortaleza del siglo XV. Los monarcas, que veían en el nuevo Palacio el símbolo de su absolutismo ilustrado, quisieron eliminar cualquier referencia a la arquitectura militar y religiosa, a favor de una estructura civil destinada a fundirse con la ciudad circundante.
Otras modificaciones del proyecto original fueron dictadas por la falta de fondos. La gran estatua ecuestre del rey Carlos, que debía coronar el frontón de la fachada principal, nunca fue realizada. La misma suerte corrieron las cuatro estatuas previstas a los lados del ingreso principal: la Magnificencia, la Justicia, la Clemencia y la Paz, alegorías de las virtudes que constituían la base del programa político de Carlos de Borbón.

close
close
open
Esplora la mappa cliccando sui pin
Más allá del Palacio Real