El Territorio
El Palacio Real de Caserta se alza en los márgenes de la llanura que en 1787 Johann Wolfgang von Goethe definió como “la más fértil del mundo”. El territorio ya era apreciado en la Antigüedad: en el siglo I d.C., Plinio el Viejo lo menciona como Terra Felix en su Naturalis Historia; en la Edad Media, la fertilidad del lugar otorgó a la zona el apelativo de “Tierra de Trabajo”. La llanura, delimitada al este por la cadena de los Montes Tifatinos y al oeste por el mar Tirreno, favoreció a lo largo de los siglos el asentamiento de pueblos cuya cultura es hoy detectable tanto en el tejido urbano como en los sitios culturales del territorio. El potencial del lugar también fue reconocido por Carlos de Borbón, quien después de la década del ’40 del siglo XVIII decidió trasladar a Caserta la capital del Reino de Nápoles. La construcción del Palacio Real de Caserta, iniciada en 1752, fue solo el inicio de un plan de intervención territorial de clara impronta ilustrada, destinado a cambiar el destino del territorio.
Descubre más
El Volturno
La llanura donde se alza el Palacio Real de Caserta está bañada por el Volturno, el río más importante de Campania. El curso de agua alcanza una longitud total de 175 kilómetros, atravesando tres regiones antes de desembocar en el mar en la localidad de Castel Volturno. Gracias a la actividad del río, al terreno de naturaleza volcánica y al clima templado, el territorio es un lugar privilegiado para la producción de productos de excelencia como la Mozzarella de Búfala Campana DOP. Su producción está supervisada por el Consorzio de tutela, ubicado en las Caballerizas del Palacio Real de Caserta. El hábitat formado por el Volturno no es apreciado solo por las búfalas: más de 200 especies de aves eligen la desembocadura del río como lugar de refugio, reserva natural protegida desde 1993.
El río, un eje estratégico
En la Antigüedad, el río Volturno constituyó para los habitantes del territorio una fuente de abastecimiento y una vía de comunicación, configurándose así como un eje estratégico. Sin embargo, su estado no siempre se mantuvo en condiciones favorables para su uso. Según fuentes antiguas, variaciones en el caudal y en el lecho del río habrían provocado frecuentes procesos de pantanización en la zona; a partir del siglo II d.C., la construcción de la Vía Domitia interrumpió gradualmente su utilización. A lo largo del siglo IX d.C., uno de los meandros del río fue elegido como lugar de refundación de Capua. La nueva ciudad surgió en una posición tan estratégica que, en tiempos de Federico II de Suabia, funcionaría como puerta de acceso al Reino de Sicilia.
La vía Apia
El territorio está atravesado por la Vía Apia, uno de los principales ejes de comunicación del Imperio romano y por ello denominada Regina Viarum. Su construcción se inició en el 312 a.C. con la intención de crear una conexión rápida entre Roma y la Antigua Capua. En el territorio, su recorrido está señalado por monumentos de época romana como el Arco de Adriano y el mausoleo apodado “La Conocchia”, que en su día se encontraban junto a la vía. Después de la Antigua Capua, la Vía Apia continuaba hacia Calatia, la actual Maddaloni, donde hoy es posible recorrer virtualmente su trazado en el Museo Arqueológico de Calatia en Maddaloni.